El día del perdón

Cordero de Dios

Yom Kipur del 2024

Observancia del Día Más Sagrado en Medio de la Guerra

Ayer, viernes 11 de octubre 2024, a medida que se acercaba la puesta de sol, todas las emisoras locales de radio, televisión e Internet y los sitios de noticias se fueron silenciando. Se estaban preparando para un tiempo de 25 horas de ayuno y oración que comenzó a las 5:31 en Jerusalén (5:51 en Tel Aviv). Termina hoy sábado a las 6:46 y 6:48 pm, respectivamente. Es un día de reflexión nacional acerca del inmenso dolor y sufrimiento. Todos los vuelos del aeropuerto Ben Gurion cesaron ayer viernes a las 2 pm. El aeropuerto reabrirá hoy sábado por la noche. Todo el espacio aéreo de Israel está cerrado a cualquier vuelo que lo atraviese. Se cerraron las fronteras hasta la noche. Los trenes pararon ayer a la 1 pm y reanudan mañana por la mañana. Los buses y el transporte interno también pararon ayer a las 2 pm. A primera hora de la tarde del viernes, las carreteras estaban prácticamente vacías, no se miraba ningún carro en todo el país. ¡Qué silencio en Israel!

Miles de niños y adolescentes aprovechan las calles desiertas para montar en bicicletas. Es un día sin igual en todo el año. A la hora de inicio del ayuno y aprovechándose del día de descanso nacional, el grupo terrorista Hezbolá lanzó más de 120 cohetes contra el norte de Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados. Otros cayeron en zonas abiertas y provocaron incendios. No hubo heridos. El país estaba en alerta máxima, con tropas en operaciones de combate en Líbano y Gaza y sistemas de alerta para advertir a la población de los lanzamientos casi constante de cohetes.

¿Qué dice la Biblia sobre esta fiesta sagrada?

La observancia del Día de la Expiación se enfoca principalmente en el arrepentimiento y el perdón. Está ordenada por Dios en Lev 16. Es un día de ayuno completo y recogimiento espiritual, lleno de muchas oraciones basadas en Num 29 a través de todo el día.

Lv 16.29-31, 29 “Esto será para ustedes un estatuto perpetuo. El décimo día del mes séptimo se humillarán a ustedes mismos y no harán ningún trabajo, ni el natural ni el extranjero que habita entre ustedes. 30 Porque en este día se hará expiación por ustedes para purificarlos, y quedarán purificados de todos sus pecados delante del SEÑOR. 31 Será para ustedes una fiesta sabática solemne, y se humillarán a ustedes mismos. Es un estatuto perpetuo.”

Lv 23.26-32 “26 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 27 “El diez de este mes séptimo será el día de la Expiación; tendrán asamblea sagrada. Se humillarán a ustedes mismos y presentarán una ofrenda quemada al SEÑOR. 28 Ningún trabajo harán en ese mismo día, porque es el día de la Expiación, para hacer expiación por ustedes delante del SEÑOR su Dios. 29 Ciertamente toda persona que no se humille en ese mismo día será excluida de su pueblo. 30 Toda persona que haga cualquier trabajo en ese mismo día, yo la destruiré de entre su pueblo. 31 Ningún trabajo harán. Este es un estatuto perpetuo para ustedes, a través de sus generaciones, dondequiera que habiten. 32 Será para ustedes una fiesta sabática solemne, y se humillarán a ustedes mismos a partir del anochecer del noveno día del mes. Del anochecer al anochecer guardarán su reposo”.

En Nm 29.7-11, Dios vuelve a dar instrucciones acerca de este día sagrado. Entiéndase sagrado, porque el pueblo lo dedica a Dios en obediencia a Su Palabra. La Palabra hace de este día un día santo. Yom Kippur era el día del año cuando, todo el sacerdocio y el pueblo se purificaban, quedando cubiertos todos sus pecados. Era el único día cuando el Sumo Sacerdote entraba en el Lugar Santísimo. Es un nuevo comienzo. Si Dios ordena descanso absoluto ese día tan sagrado, ¿por qué algunos judíos en Israel siguieron en pie de lucha? ¿por qué los militares no descansaron? Por supuesto que desearían descansar si pudieran. Entendamos la ética de la ley de Dios y el propósito para lo que fue dada la ley. Jesús lo resume así en Mr 2.27: “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado.” La ley fue dada para beneficio del ser humano, para preservar la vida.

La ética de la ley de Dios

Esta semana en Israel, el rabino principal declaró que los soldados en combate de las fuerzas israelitas tienen prohibido ayunar en Yom Kippur. No deben limitar la cantidad que comen y beben, sino hacerlo normalmente (Israel, on High Alert, Marks Yom Kippur Amid War for First Time Since 1973. The Times of Israel, 2024). ¿Es que se puede cambiar la ley de Dios que prohíbe comer alimentos? No. En la ley judía, salvar vidas humanas tiene prioridad sobre el cumplimiento de las leyes religiosas, incluida la prohibición de comer en Yom Kippur, un día normalmente de ayuno y oración. ¿Recuerdas la parábola del buen samaritano? ¿Recuerdas a Jesús sanando en el día de reposo? ¿Recuerdas a las parteras que fueron bendecidas al proteger a los niños hebreos aunque mintieron al faraón egipcio? En la ley de Dios, salvar vidas humanas tiene prioridad sobre todo.

Como en los días de Nehemías

Durante el siglo V a.C., Dios levantó a Nehemías para reconstruir los muros de Jerusalén, restaurar la seguridad física y la identidad espiritual del pueblo de Israel. El liderazgo de Nehemías se destacó por su fe, sabiduría práctica y perseverancia ante los obstáculos. Nehemías no solo fue el líder político y espiritual, sino también un estratega militar que sostenía una espada en una mano mientras construía el muro con la otra (Neh 4.17).

En el 586 a.C., el imperio babilónico, bajo el rey Nabucodonosor, destruyó Jerusalén y el Templo Sagrado, llevando a los judíos al cautiverio. Décadas más tarde, en 539 a.C., los persas, bajo Ciro el Grande, conquistaron Babilonia, y permitiendo a los judíos regresar a su tierra cumpliendo las profecías de Isaías 45. Nehemías era copero del rey Artajerjes I (465–424 a.C.), una posición de gran confianza en la corte persa, cuando recibió la noticia en el 445 a.C. de que los muros de Jerusalén estaban en ruinas. Neh 1.4, cuando escuchó de la devastación de Jerusalén, su reacción fue orar y ayunar, buscando la dirección de Dios antes de actuar. Nehemías fue un hombre de oración que constantemente busca la dirección de Dios, incluso frente a la oposición y el desánimo. Luego de saber qué hacer pidió permiso al rey Artajerjes, regresó a Jerusalén y movilizó al pueblo para comenzar la obra (Neh 2.5-8). Para él era crítico proteger la ciudad y a su pueblo. Los muros destruidos los hacían vulnerables pero además mostraban falta de dignidad y honor para la ciudad principal del pueblo de Dios.

Entonces comenzaron los problemas. Los enemigos de Israel, entre ellos Sambalat y Tobías, se opusieron para detener el trabajo. A pesar de las amenazas, Nehemías implementó un sistema en el que los trabajadores construían mientras cargaban armas para defenderse. Dice así Neh 4.17: “Los que reedificaban el muro como los que llevaban cargas estaban armados; con una mano trabajaban en la obra y con la otra empuñaban la jabalina.” Cuando el pueblo de Israel temía por las amenazas de sus enemigos, Nehemías los animaba diciendo, Neh 4.14: “¡No teman delante de ellos! Acuérdense del Señor grande y temible, y combatan por sus hermanos, por sus hijos, por sus hijas, por sus mujeres y por sus casas.”

Junto con el sacerdote Esdras, lideró la enseñanza de la Ley de Dios al pueblo. Se aseguró de que entendieran sus responsabilidades morales y deberes ante Dios (Neh 8). Comprendió que los problemas de Jerusalén no eran solo políticos o militares, sino que requerían un cambio espiritual profundo. Nehemías luchó por una sociedad equitativa, promovió la justicia social, confrontó a los ricos que oprimían a los pobres con altos intereses de préstamos (Neh 5). Nehemías reconstruyó los muros de Jerusalén, y restauró el espíritu del pueblo. Los llevó a un nuevo tiempo de obediencia y avivamiento espiritual. En sentido figurado, Nehemías tuvo “un fusil al hombro” y una Biblia en la mano, conocedor tanto en la protección divina como de la acción humana.

Al igual que en los tiempos de Nehemías, cuando los israelitas trabajaban para reconstruir los muros de Jerusalén bajo el constante riesgo de ataques de sus enemigos, los israelíes de hoy viven en un contexto en el que la protección y seguridad de su tierra siguen siendo una prioridad. El ataque del 7 de octubre de 2023, llevado a cabo por el grupo terrorista Hamás, recuerda a Israel que, como en tiempos antiguos, sus enemigos siguen buscando quitarles su seguridad, poniendo en peligro tanto a civiles como a su infraestructura. Hoy, Israel también equilibra su deseo de construcción, paz y prosperidad con la necesidad de estar constantemente preparados para defenderse de ataques externos. Israel, como en tiempos de Nehemías, debe equilibrar la vida diaria con la realidad de un entorno hostil. La construcción de su país, tanto en el ámbito físico como espiritual, es un esfuerzo constante, lleno de desafíos, pero motivado por la esperanza de un futuro seguro y próspero.

Rosh Hashaná, el año nuevo judío, comenzó al atardecer del miércoles 2 de octubre hasta la noche del viernes 4. Es el inicio de las Fiestas Sagradas de los judíos y marca un período de 10 días que termina con Yom Kippur, el Día del Perdón o Día de la Expiación. Este año, el Yom Kippur comenzó a la puesta de sol de ayer, viernes 11 de octubre 2024, y termina hoy sábado, 12 de octubre, al anochecer. Este año, para muchos judíos, estas celebraciones trajeron emociones muy fuertes, porque justo a la mitad de los 10 días entre Rosh Hashaná y Yom Kipur cae el 7 de octubre, cuando se cumplió un año del ataque del grupo palestino terrorista Hamás que mató a 1,200 israelíes, secuestró a 251 personas y desencadenó la guerra aún en curso en la franja de Gaza.

La historia de Nehemías es un recordatorio de que la protección y la reconstrucción no dependen solo de la fuerza militar o el liderazgo humano, sino también de una fe profunda en la providencia de Dios. Israel hoy, sumido en un conflicto militar contra 7 grupos terroristas, en Gaza, Cisjordania (West Bank), Yemen, Líbano, Siria, Iraq, y las amenazas de Irán, continúa buscando fortaleza espiritual, y fuerza militar, para enfrentar las dificultades que se presentan.

Jesús como sacrificio expiatorio

El Nuevo Testamento describe de diversas maneras el Templo, el sacerdocio y el sistema de sacrificios como tipos o modelos de una realidad futura. Ellos mismos no podían expiar permanentemente el pecado, sino que apuntaban con esperanza hacia algo (o alguien) que podría hacerlo. La carta a los Hebreos explica detalladamente en los capítulos 6 al 9 la nueva relación con el Yom Kipur al Jesús haberse ofrecido como sacrificio a Dios. Jesús es sumo sacerdote y sacrificio perfecto para hacer la expiación final por el pecado. A través de Cristo, tenemos acceso al lugar santísimo donde habita la manifestación gloriosa de Dios. Como la realidad a la que apuntaban estos sacrificios llegó con Cristo, el sistema de sacrificios aarónico ha llegado así a su fin previsto y esperado. Heb 10.22 “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.”

Referencias

Israel, on high alert, marks Yom Kippur amid war for first time since 1973 | The Times of Israel. (2024, October 12). The Times of Israel. https://www.timesofisrael.com/israel-on-high-alert-marks-yom-kippur-amid-war-for-first-time-since-1973/


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