Para contactarnos:
¿Estás buscando algo?
-
Lo más reciente
-
Temas breves en audio:
Donaciones y ofrendas:
Contribuciones o pagos en línea.
Pagos seguros a través de:
¿Cómo sé si realmente he perdonado a alguien?
¿Alguna vez ha perdonado a alguien pero luego tuvo malos sentimientos hacia esa persona? Jesucristo es nuestro modelo del perdón. Es difícil imaginar a Jesús perdonando a alguien, pero aferrándose a sentimientos negativos hacia esa persona. Hay cristianos que tienen la idea de que podemos perdonar a alguien mentalmente y aún así tener malos sentimientos hacia esa persona. Perdonamos su ofensa pero si algo malo les pasa no echaríamos ni una lágrima de dolor.
Este tipo de perdón puede no ser perdón en absoluto. Es un tipo de perdón disfrazado con terminología religiosa pero no es un perdón que afecte nuestras emociones. Si nuestra intención es perdonar a alguien, ¿no deberíamos sentirlo en nuestro corazón también? A fin de cuentas, cuando pecamos la Escritura nos dice que debemos arrepentirnos de corazón. “Rasga tu corazón y no tus vestiduras” (Joel 2:13).
“El corazón de David lo condenó después de haber hecho el censo al pueblo” (2 Samuel 24:10). “Me envió a sanar a los contritos de corazón” (Lucas 4:18).
La Escritura nos enseña a arrepentirnos del pecado, no solo mentalmente sino además emocionalmente, con todo el corazón. Dado que este es el caso, entonces el perdón requiere igualmente una manifestación del corazón, permitir menos de esto es dañar nuestro propio corazón.
En la parábola de los dos deudores, Jesús termina diciendo: “Así también mi Padre celestial hará con cada uno de ustedes, si no perdonas a tu hermano de corazón” (Mateo 18:35). Jesús no solo dijo que perdonar era una cuestión de voluntad o mente, sino del corazón.
Siempre procuremos tener sentimientos tiernos hacia la persona que debemos perdonar, sin importar cuánto nos haya lastimado. Esto es lo que significa perdonar desde el corazón, donde se afectan nuestras emociones son afectadas. Debo admitir que en ocasiones resulta difícil. Algunos han sugerido que el perdón es un mero acto de la voluntad o un estado mental y que las emociones no tienen que estar involucradas. No estoy completamente de acuerdo con esto. Cierto que el perdón es una crisis de la voluntad, pero Jesús deja claro que el perdón debe provenir del corazón, donde se asientan nuestras emociones, se fabrica la imágen personal y se desarrolla la identidad. Por lo tanto, en algún punto, su perdón debe crecer para convertirse en una expresión de misericordia y amor sincero hacia esa persona. Incluso si no comienza así, debe terminar allí. ¿Por qué? Porque, el perdón es una expresión de amor. Y el amor es más que una acción. El amor es una transformación. Si yo no soy afectado al amar a otra persona, simplemente no estoy amando.
¿Te gustó? Compártelo.
Contribuciones o pagos en línea.
Pagos seguros a través de:
Deje sus comentarios: