Sostenimiento de Jesús

Mujeres Seguidoras de Jesús

El apoyo financiero directo de seguidores ricos era común en el mundo antiguo. Para los tiempos del NT, durante el imperio romano, los recursos escaseaban, la propiedad, la riqueza y el poder se concentraba en unos pocos, y el acceso a los bienes básicos era a través de favores personales en vez de servicios administrativos. La relación comúnmente usada era la de patrocinar a otra persona. El patrocinio era muy popular y la vía económica del sostén social donde se desarrolló el concepto de gracia del NT. Los recursos no se pasaban mediante canales de distribución socioeconómicos impersonales ni imparciales como los que tenemos hoy en día. Los favores no existen en una relación imparcial. Los favores (gracia) solo existen en relaciones significativas.

Los rabinos eran sostenidos por discípulos y patrocinadores. El ministerio de Jesús fue sostenido económicamente por un grupo de seguidores, entre ellos, resaltan mujeres devotas, y simpatizantes de mayor poder adquisitivo. Hay algunos pasajes y deducciones históricas que brindan información sobre cómo pudo haber sido sostenido el ministerio de nuestro Señor.

El Evangelio de Lucas da datos específicos sobre las mujeres que apoyaban el ministerio de Jesús económicamente: Lc 8.1-3, “Aconteció después, que él andaba de ciudad en ciudad y de aldea en aldea predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios. Los doce iban con él, y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios; Juana, la mujer de Cuza, administrador de Herodes; Susana, y muchas otras. Ellas les servían con sus bienes.”

Este pasaje revela varios puntos importantes. En primer lugar, que Jesús tenía un grupo de seguidores leales entre los cuales había mujeres que habían sido beneficiadas personalmente por sus milagros y enseñanzas. En segundo lugar, que estas mujeres no solo le seguían, sino que daban de sus propios recursos para el sostenimiento de Jesús y los apóstoles. En tercer lugar, y este dato puede ser muy importante en referencia al sostenimiento económico, Juana, la esposa de Chuza, el administrador de Herodes tenía acceso a recursos financieros considerables a través de la posición de su esposo. Esto habría permitido una contribución significativa al ministerio del Señor.

Este tipo de apoyo financiero directo de seguidores ricos era común en el mundo antiguo y los rabinos a menudo eran sostenidos por sus discípulos y patrocinadores. No se menciona si los discípulos financiaban el ministerio de Jesús directamente. Algunos de ellos trabajaban antes de ser llamados, como Pedro, Andrés, Santiago y Juan, quienes eran pescadores. Es posible que parte de sus ingresos previos hayan sido ofrecidos para suplir las necesidades del grupo antes de que se dedicaran completamente a la obra. A partir de su llamado, muchos dejaron su vida laboral para seguirlo a tiempo completo. Mt 4.18-22 describe cómo después del llamado de Jesús, estos discípulos inmediatamente dejaron sus redes y le siguieron. No hay evidencia bíblica interna de que los discípulos financiaran el ministerio después de seguir a Jesús. Todo parece que para el sostenimiento dependían de otros para sus necesidades diarias.

La Bolsa Común (Fondo del Ministerio)

La bolsa común donde se guardaban los recursos del grupo era el fondo del ministerio. ¡Y vaya a quién se lo encargaron! Judas Iscariote era el encargado de la bolsa: Jn 12.6: “Dijo esto, no porque le importaban los pobres sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa a su cargo, sustraía de lo que se echaba en ella.”

En Jn 13.29 dice: “algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: “Compra lo que necesitamos para la fiesta”, o que diera algo a los pobres.” Los fondos en la bolsa no solo eran para las necesidades del grupo, sino también para ayudar a los pobres. Había un sistema administrativo en pie y además el grupo recibía donaciones monetarias, que según la evidencia interna, proviene de las mismas mujeres mencionadas en Lucas 8.

Sostenimiento sin Dinero a Través de la Hospitalidad

Durante su ministerio itinerante, Jesús y sus discípulos dependieron de la hospitalidad de las personas que los recibían en sus casas. La hospitalidad era una parte integral de la cultura judía del siglo I. Lc 10.7: “Posen en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que les den porque el obrero es digno de su salario. No anden de casa en casa.” Los discípulos de Jesús recibían alojamiento y comida en las casas de las personas que acogían su mensaje. Esta manera de sostenimiento, junto con las contribuciones económicas en bienes o recursos y dinero, demuestra que el ministerio fue sostenido a través de una red de seguidores y simpatizantes.

Simpatizantes Ricos

Además de las mujeres mencionadas en Lucas 8, Jesús también tuvo seguidores ricos que, aunque no siguieron a Jesús como los apóstoles, creyeron en su ministerio y probablemente ofrecieron apoyo económico. Un ejemplo de ello es José de Arimatea, miembro del Sanedrín, destacado por su posición y recursos, quien se involucró públicamente en el entierro de Jesús, ofreciendo su propio sepulcro según Mt 27.57-60 en cumplimiento de Is 53.9 “con los ricos fue en su muerte”, NTV lo dice así “fue enterrado como un criminal; fue puesto en la tumba de un hombre rico.” No hay indicios directos de que José de Arimatea apoyara financieramente el ministerio de Jesús durante su vida. Es razonable suponer que él y otras personas de su posición social pudieron haber contribuido ampliamente.

Provisión Sobrenatural

En Mateo 17:27, Jesús da una solución sobrenatural para obtener el dinero del impuesto del templo. Jesús le dice a Pedro que vaya al mar, saque un pez, y que dentro del pez encontrará una moneda para pagar el impuesto de ambos. Este es un ejemplo de la provisión sobrenatural de Dios en una circunstancia específica, pero no parece ser el método regular mediante el que Jesús sostenía su ministerio. Un acto sobrenatural de provisión directa no sugiere que el ministerio de Jesús haya sido sostenido de forma sobrenatural regularmente. Si bien Dios provee sobrenaturalmente en ciertos momentos, la Biblia demuestra que el ministerio de Jesús fue sostenido de manera ordinaria por personas que contribuyeron de sus bienes. Jesús podía hacer milagros y obtener provisión de maneras inesperadas, pero estos eventos parecen ser excepcionales y no la norma de su ministerio. Por ejemplo, el relato de la multiplicación de los panes y los peces (Mt 14.13-21) también es un acto de provisión sobrenatural para satisfacer una necesidad urgente de alimentar a una multitud. No hay indicios en los Evangelios de que Jesús utilizara milagros para cubrir las necesidades económicas del grupo.

El evento de Mt 17.27 además de una provisión económica, es una enseñanza de confianza en Dios. Jesús demostró que, cuando surge una necesidad, Dios puede proveer de maneras inesperadas. Sin embargo, no hay evidencia en los Evangelios de que Jesús haya usado los poderes de operaciones de milagros para sostener su ministerio. Jesús enseña a no estar preocupados por las necesidades diarias, sino confiar en la provisión de Dios, Mt 6.31-33: “Por tanto, no se afanen diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Con qué nos cubriremos?’. Porque los gentiles buscan todas estas cosas, pero el Padre de ustedes que está en los cielos sabe que tienen necesidad de todas estas cosas. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” Jesús enseñó a sus seguidores a confiar en la provisión divina, pero eso no significa que su ministerio fue sostenido principalmente por la provisión sobrenatural.

Conclusión

En conclusión, el ministerio de Jesús fue sostenido económicamente principalmente por un grupo de mujeres devotas, como María Magdalena, Juana y Susana, quienes utilizaban sus propios recursos para apoyar tanto a Jesús como a los discípulos (Lucas 8:1-3). Además, el grupo dependía de la hospitalidad de aquellos que los acogían en sus casas, y manejaban una bolsa común para sus necesidades diarias, administrada por Judas Iscariote. Si bien Mateo 17:27 y otros eventos milagrosos muestran que Jesús pudo recibir provisión sobrenatural cuando fue necesario, estos casos son excepciones. El método ordinario de sostenimiento para el ministerio de Jesús fue a través del apoyo económico de seguidores devotos y del uso de una bolsa común manejada por Judas Iscariote. El ministerio de Jesús fue sostenido por la generosidad de las personas que creyeron su mensaje.


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