Para contactarnos:
¿Estás buscando algo?
Lo más reciente
Donaciones y ofrendas:
Contribuciones o pagos en línea.
Pagos seguros a través de:Enlaces Útiles
Requiere toda una vida saber cómo manejar las relaciones interpersonales. Hay quienes están convencidos de que es más fácil convivir con animales que con seres humanos. La realidad es que fácilmente nos frustramos con los demás.
Nuestros más profundos dolores y más grandes frustraciones provienen, no de gente desconocida, sino de las personas más queridas y cercanas.
¿Qué secreto tenía nuestro Señor Jesús que a pesar de estar rodeado de enemigos y discípulos que lo frustraban, conseguía vivir tranquilo?
Su secreto era perdonar.
Perdonó cuando lo rechazaban, perdonó cuando lo ofendían, perdonó cuando fue herido, perdonó cuando fue incomprendido, perdonó cuando sufrió injusticias y perdonó cuando estaba muriendo en una cruz.
El Señor Jesús sabía bien que las metas que había dejado a sus discípulos no podrían ser alcanzadas por medio de presiones, ni exigencias, ni amenazas y mucho menos en tan poco tiempo. Pedro quien juró serle fiel (Lc 22.33) más tarde lo negó tres veces (Mt 26.69-75).
El amor de Pedro era circunstancial, el de Cristo sin fronteras.
Cristo atado de manos y maltratado por la guardia romana miraba a Pedro libre en el patio pero negando a su maestro herido.
Jesús perdonaba a Pedro justo antes de cada una de sus negaciones. Pedro libre por fuera estaba preso por dentro. Cristo preso por fuera estaba libre por dentro.
Cuando por tercera vez Pedro lo negó el gallo cantó. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús y saliendo fuera, lloró amargamente. (Mt 26.75)
Pedro, hombre tosco de pocas lágrimas, ahora lloraba amargamente. Es probable que reflexionara sobre lo que había sido su vida estos 3 años al lado del Jesús y traía sus más vivos recuerdos. Pedro se reconoció haber cometido un grave error al negar haberlo conocido. Pedro ya no podía borrar a Cristo y la historia que había vivido con él. Jesús venció el agravio de Pedro perdonándolo, Pedro venció su propio pasado aceptando el perdón.
¿Qué secreto tenía nuestro Señor Jesús que a pesar de estar rodeado de enemigos y discípulos que lo frustraban, él conseguía vivir tranquilo?
Su secreto era perdonar. Perdonar es el inagotable fruto de amar.
¿Te gustó? Compártelo.
This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.
Contribuciones o pagos en línea.
Pagos seguros a través de:
Leave a Reply