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¿Cómo discernir cuando la palabra es dada por vía demoniaca y no divina?
Cuando viene de fuente demoníaca, las profecías, palabras habladas acerca del presente o futuro no tienen las características propias de Dios en ellas. En ocasiones son lo opuesto a la voluntad y a los caminos de Dios. Violan principios bíblicos y provocan conductas egoístas como ira y venganza. Las palabras habladas provienen de fuente demoníaca sobre todo carecen de humildad; suenan ásperas, iracundas, criticonas y carecen de amor. Matan la esperanza a quien las recibe e inspiran ansiedad o miedo.
¿Cómo discernir cuando la palabra es de invención de la mente humana y no de Dios?
Discernir nuestros propios pensamientos de los deseos de Dios requiere tiempo y práctica. Nuestros pensamientos a menudo nos elevan, nos hacen sentir más importantes que otros, tienden a ser legalistas, se adhieren estrictamente a las reglas olvidando el amor y la misericordia. En fin, cuando es un invento nuestro carecen de la gracia de Dios.
Nuestras propias ideas generalmente nos llegan una o dos veces, pero no habrá otra confirmación o fuentes de confirmación externas.
Mi consejo es: cuanto más importante sea el asunto, como por ejemplo dejar un trabajo por otro, mudarse de casa, o elegir pareja, más confirmaciones necesitamos y de más fuentes externas.
La gente que está llena de sí misma y no del Espíritu Santo son prontas a maldecir, criticar o juzgar a otros. Usan sus propias opiniones o hablan a partir de sus propias heridas. Lamentablemente piensan que es Dios quien les está hablando. Esta clase de autoengaño es muy pernicioso.
El engaño funciona así: la persona engañada NO SABE que está engañada por tanto no es capaz de buscar libertad porque piensa que está muy bien a pesar de que la calidad de su vida muestra que está muy mal.
¿Cuáles son los obstáculos más comunes del discernimiento espiritual?
Durante mucho tiempo estuve demasiado enfocado en las cosas negativas de los demás y de mí mismo. Estaba deformándome en vez de transformándome a la imagen de Cristo. En ese tiempo Dios me recordó que Él es más grande que todas las cosas negativas y pecados humanos. Cuando comencé a enfocarme en la bondad de Dios, mi discernimiento y capacidad de escuchar su voz se hizo muy claro, pude ayudar a las personas y edificar su iglesia.
Quisiera llamar su atención al hecho de que uno de los grandes obstáculos que tenemos al escuchar la voz de Dios es enfocarse demasiado en lo que está mal en una persona o una situación.
Por ejemplo, es mejor centrarse en cómo mejorar la defensa en la portería de futbol que en el por qué la defensa es tan pobre y mala.
La forma en que dirige su enfoque determina sus resultados.
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