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Home / Sermon / El cobro de deudas y la necesidad del perdón
Serie: Arrepentimiento
Pastor Diuvert López
EL CÓBRO DE DEUDAS Y LA NECESIDAD DE PERDÓN.
Mt 18.23-35
Hay un sentimiento de estar en deuda, un mecanismo automático por medio del cual se activan cobradores internos cada vez que como este siervo, negamos el perdón a alguien, quien quiera que sea. Cuando nos sentimos culpables (en deuda) procuramos pagar las deudas que debemos o cobrar las que otros nos deben a nosotros. Si nos sentimos enojados contra nosotros mismos decimos: “Debo pagarlo todo.” Pero si estamos enojados con otra persona que nos debe, decimos: “Me las pagará.” Así todo el proceso de cobro de deudas es puesto en marcha y la persona es entregada a atormentadores internos. Son carceleros que trabajan como cobradores de deudas en esa terrible cárcel dentro del alma.
Cuando fallamos en recibir el perdón… queremos pagar por nuestros errores y además hacer que otros también paguen. ¡Y cómo nos enojamos si no pueden pagar!
Hay un sentimiento de estar en deuda, un mecanismo automático por medio del cual se activan cobradores internos cada vez que como este siervo, negamos el perdón a alguien, quien quiera que sea. Cuando nos sentimos culpables (en deuda) procuramos pagar las deudas que debemos o cobrar las que otros nos deben a nosotros. Si nos sentimos enojados contra nosotros mismos decimos: “Debo pagarlo todo.” Pero si estamos enojados con otra persona que nos debe, decimos: “Me las pagará.” Así todo el proceso de cobro de deudas es puesto en marcha y la persona es entregada a atormentadores internos. Son carceleros que trabajan como cobradores de deudas en esa terrible cárcel dentro del alma.
Cuando fallamos en recibir el perdón… queremos pagar por nuestros errores y además hacer que otros también paguen. ¡Y cómo nos enojamos si no pueden pagar!
Leemos, oímos y creemos la doctrina de la gracia. Pero no la practicamos, no es la forma en que vivimos. Creemos en la gracia con la cabeza, pero no en nuestro corazón, la gracia no existe a nivel de los sentimientos y el trato al prójimo, decidimos ser duros con la gente, ¿oímos mal? No. Entendimos mal a nuestro Rey y olvidamos lo mucho que Dios nos perdonó. La salvación no la hemos ganado y nunca podremos pagarla. Fallar en entender, experimentar y sentir la gracia lleva a muchos cristianos a dar vueltas en el carrusel del esfuerzo, el trabajo, el conseguir, sin importar dañar los corazones. Tratan de sacrificarse y pagar la deuda. Leen un capítulo más de la Biblia y extienden el periodo de oración diez minutos más, luego salen y dan testimonio de que, en realidad, son culpables. Lo que tienen es salvación mediante una factura firmada donde se han comprometido a pagar por sus culpas si le dan salud, vida y suficiente tiempo, no tiene la salvación que Cristo ofrece, por lo tanto no pueden darla a nadie más.
Usted no ha recibido todavía perdón de Dios, si es incapaz de perdonar gratuitamente, de todo corazón, a su hermano.
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(Haga click en el audio para escuchar el sermón completo.)
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