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En ocasiones los cristianos pensamos que vamos a ser prosperados por Dios sin buscar de Dios. El camino a la prosperidad comienza con Él. No hay bendición sin el Bendito.
Mt 6.33 nos dice claramente el Señor Jesús que busquemos primeramente el Reino de Dios y su justicia, que el éxito viene por añadidura. Veamos el contexto:
Mt 6.24: No podemos poner confiar en Dios y en las riquezas a la misma vez.
Si el dinero es el fundamento de tu seguridad, es evidente que no estás poniendo tu confianza en Dios. ¿Te sientes inseguro cuando no tienes dinero?
Mt 6.25-27. El Señor relaciona la preocupación por no tener comida, bebida y vestido con poner la mira o enfocarse en Mamón, el dios de las riquezas.
Si vuestro Padre cuida de las aves, con toda seguridad cuidará también de ti.
El mandamiento de Mt 6.25 es ¡Deja de preocuparte!
Dios opera a través de la fe no del miedo.
La raíz de la preocupación es el temor. Si te preocupas, te llenas de temor, no de fe, en el asunto por el que te preocupas y bloqueas la provisión de Dios en ese asunto particular. Sin fe es imposible agradar a Dios. Heb 11.6.
El Señor nos dice claramente que NO te preocupes cómo serán satisfechas tus necesidades. Yo me encargo de ellas cuando tú me das el primer lugar.
Es nuestra la decisión, es suya y mía. ¿Vas a creer a mamón en vez de a Dios para satisfacer esta necesidad? ¿Quién crees que va a resolver tu asunto: Dios o el dinero? Dios, el Altísimo Señor, es el creador del mañana, el mismo que te libró ayer en tu tribulación, y el que hoy te da la victoria. De esto se trata la fe, de ver al Invisible en acción.
Mt 6.31,32. Uno no puede tener preocupación y tener fe al mismo tiempo. O tiene una o la otra. El camino del mundo, los gentiles que no conocen a Dios hacen así, se preocupan por estas cosas. Cristo está diciendo, tú debes hacer diferente, tú vas a buscar a Dios primero y antes que todas las cosas. Tú vas a buscarlo a Él y mirar cómo Él cuida de ti añadiéndote lo que sea que necesites.
Una vez que recibes revelación de quién es el Padre, Su carácter, no importa la circunstancia que venga ni el problema que atravieses, nada te detendrá.
El Señor dice en Mt 6.33, “buscad primeramente”. Dos llaves: buscad y primero.
Imagínese que le agarró la tarde para ir a una cita con el doctor y no encuentra su tarjeta de salud. ¿Qué hace usted? Abre todas las gavetas, da vuelta a los colchones, revisa los bolsillos, pone su casa patas arriba hasta que la encuentre.
Este mismo tipo de intensidad y hambre es el que consume a los que le buscan.
La segunda llave es “primeramente”, buscar primero. Primero significa… primero.
Se levanta en la mañana, se ducha, toma su leche con café y luego lee su Biblia, o, se levanta en la mañana, se ducha, toma su desayuno y ora.
¿Qué hay fuera de orden aquí? Dios no es lo primero. No importa cómo usted quiera interpretar primero, pero como sea, primero no es 2do, ni 3ro, ni 4to.
Para buscar a Dios primero hay que hacerlo la prioridad de nuestra vida.
Mt 6.33 promete cuando 1ro es Dios no hay segundos lugares, Dios va a suplir toda necesidad nuestra, esa es Su Palabra y no puede ser quebrantada.
Dios está diciendo: Tú buscas, Yo añado. Tú te metes en el asunto de buscarme y entenderme, de andar en mi camino, Yo me encargo de la añadidura.
Pasamos tanto tiempo metidos en la parte de hacer la añadidura que no nos queda tiempo para hacer la parte de buscarle.
Nuestra parte es buscarle, Su parte es añadirte. ¿Hoy qué parte vas a hacer hoy?
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