Posición

La decisión está tomada

En el año 1980 un pastor africano se vio cercado por los rebeldes quienes le exigían que renunciara a su fe. Él se negó. La noche antes de morir, escribió las siguientes líneas en un trozo de papel:

Yo soy parte de la “comunidad de Aquel que no se averguenza”. Tengo el poder del Espíritu Santo. La suerte está echada. He cruzado la raya. La decisión está tomada.

Yo soy un discípulo Suyo. No voy a mirar atrás, desmayar ni detenerme, volver atrás o estar inmóvil. Mi pasado ha sido redimido, mi presente tiene sentido, y mi futuro está asegurado.

No tengo nada que ver con la baja vida, el andar por vista, la planificación, las rodillas delicadas, los sueños sin color, las visiones cómodas, el hablar mundano, el dar mezquino ni las metas infantiles!

Ya no necesito preeminencia, prosperidad, posición, promociones, aplausos, o popularidad. Yo no tengo que estar en lo cierto, ni en primer lugar, ni estar en lo alto, o ser reconocido, elogiado, mirado o recompensado. Ahora vivo con presencia, apoyo con fe, amo con paciencia, fortalezco con oración y trabajo con poder.

Mi rostro es firme, mi andar es rápido, mi meta el cielo, mi senda estrecha, mi camino áspero, mis compañeros pocos, mi guía confiable, mi misión es clara.

No puedo ser comprado, comprometido, desviado, atraído, regresado, diluido o retrasado. No voy a flaquear frente al sacrificio, no vacilaré en presencia de la adversidad, no negociaré en la mesa del enemigo, no meditaré en el humo de la popularidad, ni divagaré por el laberinto de la mediocridad.

No voy a renunciar, callar, aflojar o cansarme hasta que yo haya predicado todo, orado todo, pagado todo, atesorado todo, y soportado todo por la causa de Cristo.

Yo soy un discípulo de Jesús. Debo ir hasta que Él venga, dar hasta el final, predicar todo lo que sepa, y trabajar hasta que Él me detenga.
Y cuando Él venga por los Suyos, no tendrá ningún problema en reconocerme. Mis colores serán los Suyos.

Autor: Elder Henery B. Eyring.

The decision has been made

This is my position

In 1980, an African pastor was overwhelmed by rebels who demanded that he renounce his faith. He refused. The night before they took his life, he wrote the following lines on a scrap of paper:

I am part of the “Fellowship of the Unashamed.” I have Holy Spirit power. The die has been cast. I’ve stepped over the line. The decision has been made. I am a disciple of His. I won’t look back, let up, slow down, back away, or be still. My past is redeemed, my present makes sense, and my future is secure. I am finished and done with low living, sight walking, small planning, smooth knees, colourless dreams, tame visions, mundane talking, chintzy giving, and dwarfed goals!

I no longer need preeminence, prosperity, position, promotions, plaudits, or popularity. I don’t have to be right, first, top, recognized, praised, regarded, or rewarded. I now live by presence, lean by faith, love by patience, lift by prayer, and labour by power.

My face is set, my gait is fast, my goal is heaven, my road is narrow, my way is rough, my companions are few, my guide is reliable, and my mission is clear. I cannot be bought, compromised, detoured, lured away, turned back, diluted, or delayed. I will not flinch in the face of sacrifice, hesitate in adversity, negotiate at the enemy’s table, ponder at the pool of popularity, or meander in the maze of mediocrity.
I won’t give up, shut up, let up, or burn up until I’ve preached, prayed, paid, stored, and stayed up for the cause of Christ.
I am a disciple of Jesus. I must go till He comes, give till I drop, preach till all know, and work till He stops.
And when He comes to get His own, He’ll have no problems recognizing me. My colours will be clear.

Author: Elder Henery B. Eyring.