Jueves 7.00 – 8.30 pm y Domingos 10.00 am – 12.30 pm
¿Tiene peticiones ante Dios? ¿Ha sentido la necesidad de dar gracias por lo que ha hecho en usted?
En el culto de los jueves podrá entregarse en alabanza a Dios, escuchar lo que Dios ha hecho en otras personas, orar y dar testimonio.
El culto de los jueves a las 7 pm está enfocado en la oración, los testimonios y la enseñanza. Es un tiempo donde compartimos nuestras vidas en familia entre la adoración y las oraciones. El culto de los domingos a las 10 am es donde todos nos reunimos para alabar, experimentar la presencia de Dios, almorzar al terminar y llenar nuestras vidas de la Palabra de Dios y el Espíritu Santo.
¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?
13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Lucas 11: 11,13.
Pida con la simpleza y la sinceridad como un niño pide pan a su padre. Usted puede hacer esto porque “Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones el cual clama: Abba, Padre.” Su Espíritu está en usted para darle confianza como un niño. En su oración pida por la manifestación del Espíritu Santo, que Dios, quien está en todas partes, sea visto y mencione su necesidad, sea personal o familiar.
Primer domingo de cada mes 10.00 am – 12.30 pm: Culto general de alabanza y adoración con santa cena
Nuestra iglesia practica el ayuno y la oración. Orar es llegar más allá de lo que no se ve; ayunar es despojarse de todo lo que se ve. La fe necesita una vida de oración en la cual crecer y mantenerse viva. El primer domingo lo dedicamos a ayunar, el culto es de alabanza y adoración, y recordamos la muerte del Señor con santa cena.
No puede haber verdadera oración sin fe: la fe tiene que preceder a la oración.
En una vida de moderación, dominio propio y negación de sí mismo, habrá el deseo y el poder para orar mucho.
El ayuno ayuda a expresar y confirmar la resolución de que estamos prontos a sacrificar cualquier cosa, a sacrificarnos a nosotros mismos, como si fuera un despojo propio, con tal de abrir nuestro ser a la manifestación del reino de Dios. Dios Padre, quien aceptó el ayuno y el sacrificio de Su propio Hijo Jesús, sabe evaluar, y aceptar, y recompensar al alma que está así dispuesta a entregarse totalmente para Cristo y Su reino. Más información acerca del ayuno aquí.
Domingos 10.00 am – 12.30 pm: Culto General.
Alabanza y adoración, ministración con danzas y panderos, Palabra de Dios, ministración personal, oración y presencia del Espíritu Santo. Los niños y jóvenes comparten en la escuela dominical, al final del culto comemos juntos el delicioso almuerzo de protemplo.
Las experiencias espirituales durante la alabanza y la adoración son frecuentes y pueden ser profundamente personales y variadas. Estas experiencias con frecuencia la describen como un profundo sentir de paz, amor, y consuelo, como una percepción intensa de la presencia, santidad y la majestad de Dios. La alabanza y adoración dan un sentido de unidad y comunión tanto con Dios como con otros creyentes. En este espacio compartido nos ayuda a fortalecer los lazos entre unos y otros. Durante la alabanza y la adoración, se experimenta una renovación interior y un fortalecimiento espiritual muy grande. Todo el culto es un tiempo de transformación personal, donde las personas sienten el llamado de Dios a cambiar aspectos de sus vidas, o a profundizar su compromiso con Dios.
Durante la ministración personal algunas personas experimentan liberación, sanidad o consuelo en medio del dolor o la angustia. Durante el mensaje recibimos entendimiento respecto a situaciones de la vida o enseñanzas bíblicas. Dentro de nuestra tradición pentecostal, los creyentes pueden experimentar manifestaciones directas del Espíritu Santo, carismas, como hablar en lenguas, profecía, etc.
Damos culto a Dios ordenadamente y con libertad para las expresiones de rendición, liberación, agradecimiento, etc. A veces ocurren canto o música por inspiración, o una efusión de emoción espiritual de llanto, risa, o danza. Muchos encuentran en nuestros cultos la motivación para servir a otros, tomar decisiones importantes, o seguir un llamado espiritual más profundo. Los cultos dominicales producen siempre un avivamiento en la vida espiritual y ofrecen un espacio para encuentros significativos con Dios y sus hijos.
Parqueaderos disponibles en el lateral del templo y al final de la cuadra
La iglesia tiene parqueadero disponible en su lateral. También el gobierno de la ciudad ofrece parqueaderos en la esquina hacia Barton Street, y los domingos y días feriados es gratis. Por favor, evite parquear en la calle.
Los domingos, el equipo de ujieres le ayudará a parquear el carro, responder cualquier inquietud ¡y le darán la bienvenida! Te invitamos. Nuestra dirección es: 279 Grosvenor Ave N, Hamilton, ON L8L 7T2