Cuando estamos molestos, desilusionados, frustrados o enojados, es difícil comunicarse con amor. Las mujeres, sin querer, tienden a hacer sentir a los hombres culpables. Los hombres tienden a juzgar a las mujeres y despreciar sus sentimientos. A veces conversar no funciona porque el dolor se acumula y las palabras son espadas en labios de las personas que supuestamente nos deben amar. En esos momentos hay una alternativa efectiva: las cartas por amor. En lugar de expresar verbalmente los sentimientos, la persona va a escribir una carta. Escribir cartas nos permiten escuchar los propios sentimientos sin lastimar a la otra persona. Al expresar y escuchar libremente los propios sentimientos, automáticamente uno se enfoca y vuelve más respetuoso y cariñoso.
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